Cuando se trata del cuidado de la piel, la clave está en encontrar una rutina de cuidado facial que se adapte perfectamente a ti. A veces, parece más complicado de lo que realmente es, pero tranquila, aquí vamos a guiarte paso a paso para que entiendas qué necesitas y por qué es importante cada producto.

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Pasos para tener la mejor rutina de cuidado facial

Paso 1: Limpieza (Doble limpieza para una piel impecable)

Este paso es esencial para cualquier tipo de piel. Por la noche, te recomendamos empezar con nuestra Cleansing Balm. Este producto, con su textura sólida que se convierte en un aceite sedoso al contacto con la piel, elimina maquillaje, protector solar y exceso de grasa sin agredir la barrera natural de tu piel. ¡Es perfecto para todos los tipos de piel! 

Luego, sigue con la jalea facial limpiadora. Este segundo paso no solo termina de limpiar, sino que también protege tu piel frente a agresores como la contaminación y ayuda a mantener su hidratación natural. Por la mañana, basta con usarla solo para eliminar impurezas acumuladas durante la noche.

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Paso 2: Tónico para equilibrar

¡Un buen tónico es como el respiro que tu piel necesita después de la limpieza! Por ejemplo, el tónico de rosas es ideal para todos los tipos de piel, ya que calma, hidrata y equilibra el pH de la piel. Aplícalo con un algodón o directamente con las manos, dando suaves toquecitos.

Paso 3: Tratamientos específicos

Aquí es donde la magia comienza, porque es el momento de usar activos que aborden tus necesidades específicas. Según tu tipo de piel:

- Piel seca: ¡necesitas hidratación profunda! Opta por un producto con ácido hialurónico, que atrae y retiene agua en la piel, dejando un efecto jugoso y suave.

- Piel grasa: aunque parezca contradictorio, también necesita hidratación, pero con texturas ligeras. El suero de vitamina C es ideal para controlar el exceso de grasa mientras ilumina tu piel.

- Piel mixta: ¡combina ambos productos! Usa ácido hialurónico en las zonas más secas y vitamina C en las más grasas.

- Piel sensible: ¡menos es más! El ácido hialurónico será tu mejor aliado, ya no que irrita y ayuda a calmar.

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Paso 4: Contorno de ojos

La piel alrededor de los ojos es más fina y delicada, así que necesita cuidado especial. Un contorno de ojos hidrata, desinflama y reduce las ojeras. Aplica una pequeña cantidad con el dedo anular para evitar ejercer demasiada presión.

Paso 5: Hidratación

En este punto, selecciona una crema o emulsión según tu tipo de piel.

- Piel seca: una crema nutritiva, como la de nuestra línea Radiant, ayudará a reparar y proteger.

- Piel grasa: busca una emulsión ligera -tenemos una de la misma línea-, que hidrate sin obstruir los poros.

- Piel mixta: aplica una crema más densa en las zonas secas y una más ligera en la zona T.

- Piel sensible: una crema calmante y sin fragancias fuertes será ideal para evitar irritaciones.

Paso 6: Protección solar

¡NUNCA salgas de casa sin aplicar protector solar!, incluso si está nublado. Esto no solo previene el envejecimiento prematuro, sino que también protege contra el daño solar y ayuda a mantener un tono uniforme.

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Paso 7: Cuidado nocturno extra

Por la noche, puedes incorporar un óleo antiedad. Este paso es como un regalo para tu piel, ya que aporta nutrientes y ayuda a regenerar mientras duermes. Este tipo de aceite es ideal para todos los tipos de piel, siempre que lo uses en la cantidad adecuada (unas pocas gotas son suficientes).

Consejos adicionales según el tipo de piel

- Piel seca: evita los limpiadores que hagan espuma en exceso, ya que pueden resecar más. ¡Y no olvides beber suficiente agua durante el día!

- Piel grasa: no caigas en el error de evitar las cremas hidratantes. ¡Tu piel necesita hidratación para regular la producción de grasa!

- Piel mixta: usa productos adaptables a las necesidades de cada zona. Esto puede requerir una combinación de productos.

- Piel sensible: mantén tu rutina simple y evita ingredientes que puedan irritar, como alcohol o fragancias fuertes.

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¡Lo mejor para tu piel!

Una rutina facial no tiene por qué ser complicada. Con los productos correctos puedes adaptar cada paso a las necesidades de tu piel. ¡Dedicar unos minutos al día para cuidar tu rostro no solo mejora su apariencia, sino que también es una forma de autocuidado!

Recuerda: la constancia es clave, y una piel sana también contribuye a tu bienestar general, al igual que un cuero cabelludo saludable es fundamental para el crecimiento capilar. ¡TODO ESTÁ CONECTADO! Así que priorizar soluciones capilares y faciales adecuadas puede marcar una gran diferencia. ¡Tu piel te lo agradecerá todos los días!

Manuela Ossa